Monday, May 27, 2013

Alumnos cultivan su propia merienda en huertos

Los niños de la escuela Francisco Morazán siembran hortalizas y vegetales que luego utilizan para su consumo.
La Prensa
San Pedro Sula - Crianza de tilapia, cultivo de hortalizas, plátanos, caobas y hasta moringa están produciendo unos 800 miniagricultores que estudian en el Centro Básico Experimental Bilingüe Francisco Morazán, de San Pedro Sula. 
-¿Quién quiere ser agricultor?, se les pregunta.
-¡Yo, yo, yo!, contestan en coro los estudiantes mientras cultivan la tierra bajo un sol abrasador que se refleja en una temperatura de 37 grados.
Son decenas de niños alegres los que cada día trabajan en 16 bancales distribuidos en una manzana de tierra. Entre sí platican sobre lo que harán con los vegetales el día que toque cosecharlos. Hace poco obtuvieron 3,500 pepinos, tomates y chiles.
Mantener la motivación en ellos es fácil, pues van comprendiendo la importancia de cultivar la tierra y que, de decidirse a ser agrónomos o agricultores cuando sean grandes, obtendrían  ganancias de la tierra. “Estos son los grandes agricultores del mañana, muchos nos han dicho que quieren ser agrónomos. Ellos trabajan como campesinos, traen su vestimenta y su burra mientras siembran en el huerto”, afirmó Mauricio Pinto, director del centro y arquitecto de este proyecto.
La inversión del huerto asciende a unos 200 mil lempiras y fue puesto a andar hace tres años con el  apoyo de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), la Fundación La Salle y algunas empresas privadas que han donado árboles de caoba.
“Para nosotros lo más valioso no fue el costo del proyecto, sino el apoyo que recibimos de los padres de familia y de los propios niños”, mencionó el mentor.
La finalidad de esta plantación es complementar la merienda escolar que da el Gobierno, además de fomentar en los estudiantes el valor del trabajo para obtener ingresos con honradez. 
Cultivo de tilapia
Estos infantes están a punto de obtener el cultivo de 500 libras de tilapia que se crían en una pila de tres por tres metros. Pinto explicó que una vez que la tilapia alcance el peso ideal, en más o menos un mes, cada sección va a hacer un platillo con este pez, que puede ser ceviche, pescado al horno o cualquier otro tipo de comida; “allí ellos verán culminado todo el proceso y todo su esfuerzo”, enfatizó.
Este año la SAG distribuyó unos 500 mil alevines de tilapia a nivel regional para que sean aprovechados por las escuelas.
La escuela Francisco Morazán es la única en San Pedro Sula que tiene este tipo de proyectos, pero a nivel nacional ya se trabaja con otros diez centros escolares que tienen huertos similares.
“Lo que se busca es impulsar escuelas modelo para que el resto de centros escolares se puedan capacitar en el tema del cultivo. Hasta el momento son unas 10 escuelas ubicadas especialmente en el área rural”, señaló Roberto Paz, técnico de la SAG.
 El empleado explicó que una de las ideas es promover la creación de huertos escolares en el área urbana.
Pinto fue claro al expresar que el éxito de educar a los agrónomos del mañana y cultivar su propia merienda escolar pasa por la voluntad de los directores: “Hemos ofrecido asesorar a otros centros escolares de nuestro distrito pero no hemos recibido el interés de las escuelas”, reclamó el director.

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