Tuesday, March 25, 2014

Voluntarios y voluntarias tienen una función importante en la batalla contra el dengue

Los voluntarios y voluntarias van de casa a casa, a veces en comunidades muy difíciles de acceso como aquí en el barrio de 3 de Mayo
Por Gennike Mayers, FICR
El 30 de Julio 2013, el Presidente de la República de Honduras declaró un estado de emergencia nacional a causa de la epidemia del dengue afectando el país. En esa fecha, 161 de 298 municipalidades señalaron la presencia de esta enfermedad arrojando las cifras más altas de los últimos cinco años. 
Frente a esta situación alarmante, la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) focalizó sus esfuerzos de prevención principalmente en la destrucción de  criaderos y  campañas de fumigación en las zonas mayormente afectadas por la enfermedad.
Héctor Escobar, Presidente del Consejo Cruz Roja Hondureña filial de Choloma, explica la fuerte alianza con las autoridades de salud frente a la amenaza del dengue, “Salud pública nos apoya dándonos el químico para poder fumigar y nosotros atendemos todo el equipo y el voluntariado que está presto a dar este servicio.  Hemos trabajado de la mano con ellos y apoyándonos mutualmente. No hay dualidad de acciones. Ellos andan por un lado y nosotros por otro, porque si no hay orden vamos a duplicar las acciones”.
Rufino Lόpez Díaz y su esposa Mercedes Trochez, residentes de Choloma, se han visto beneficiados de esta alianza estratégica ya que recibieron la visita de un equipo de fumigación en su vivienda dónde tienen también un pequeño comercio. “Nosotros sentimos agradecidos con la Cruz Roja por esta labor tan grande porque primeramente se esfuerzan por la salud de cada uno de nosotros, adultos y los niños, con esa enfermedad de dengue que está atacando la ciudad”, dice la Señora Trochez. Ella guarda en su memoria los consejos brindados por los voluntarios y voluntarias que aplica en su casa, “Hace como dos semanas vinieron dando un cloro, un jabón en polvo y todo que se necesita para hacer la untadita en las pilas para combatir el zancudo”.
Generalmente  los equipos de voluntarios y voluntarias consisten de 15 personas que van visitando casa a casa en los distritos identificados. Desde la alerta epidemiológica, ciertos voluntarios y voluntarias  inician sus labores a las siete de la mañana realizando una jornada de ocho horas diarias.
“Me motiva ser voluntaria porque me gusta ayudar  y servir a los demás  sin recibir nada a cambio. Eso es lo que nos caracteriza como voluntarios y voluntarias”, explica Andrea Andino, socorrista voluntaria de la Cruz Roja Hondureña filial de Choloma. “Ninguno de nosotros nos están pagando para hacer esta labor. Ayudamos a las familias para que se den cuenta del daño que está provocando el dengue”.
En este mismo departamento de Cortés, la municipalidad de Villanueva une fuerzas con la Cruz Roja para combatir el dengue.  “En este momento estamos en medio de la epidemia del dengue. Hemos tenido muertos en el municipio y el apoyo de Cruz Roja ha sido esencial  porque no sólo nos ayuda a enfrentar la epidemia con las diversas actividades educativas, de fumigación, de destrucción de criaderos de zancudo, de campañas de limpieza, sino que también nos ayuda a trasladar los enfermos al hospital y darles los primeros auxilios. Entonces se ha convertido prácticamente en mi brazo derecho, una institución sobre la cual yo puedo tener la seguridad de que está haciendo una actividad planificada y adecuadamente coordinada”, comenta el Alcalde de Villanueva Dr. Walter Perdomo, cuyo municipio ha sido afectado por el dengue, demostrando la confianza depositada en la  Cruz Roja.
Además de las visitas domiciliarias, hay una campaña de información utilizando los medios de comunicación nacionales y locales, incluso camionetas con altoparlantes que van difundiendo mensajes de prevención del dengue y spots radiales en las comunidades.  
Norma Laeticia López, Presidenta de la Cruz Roja Hondureña Consejo de Villanueva, explica la utilización de este medio de comunicación comunitario, “Antes de intervenir en cada comunidad, entramos con un perifoneo un día antes para que la gente nos reciba y este atenta a abrirnos. Van voluntarios y voluntarias adelante de las termonebulizadoras tocando puertas y explicando a las personas cómo vamos a entrar. Y el voluntariado está capacitado para poder entrar en cada casa”.
En la capital de Tegucigalpa, la Cruz Roja Hondureña implementa las mismas actividades en zonas urbanas, siempre en conjunto con las autoridades nacionales. El barrio de 3 de Mayo es una de las comunidades afectadas en la zona metropolitana. Según Fausto Gómez, Técnico de salud ambiental con el Centro de Salud, la falta de recursos ha sido un factor determinante en el avance de la epidemia. “No tomamos las medidas a tiempo por  falta de personal y falta de insumos. Imagínense que la Cruz Roja nos compraron 50 galones de diésel y 30 galones de gasolina  para poder fumigar las viviendas. Todo este dinero viene por parte de ellos”.
La Cruz Roja Hondureña ha sido un medio  también distribuyendo kits de limpieza a las familias más necesitadas para que no sólo dispongan del conocimiento para prevenir el dengue sino que también tengan los materiales para adoptar las buenas costumbres higiénicas en la casa. Gómez explica, “Este kit que están entregando hoy es una donación que la Cruz Roja ha conseguido para la gente más necesitada de la comunidad”.
De hecho eso es el poder de la humanidad y el poder del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja:  movilizar recursos para poder ayudar a los más vulnerables. En Honduras el objetivo era de ayudar a 6,000 familias, pero gracias a la fuerte movilización de los donantes, voluntarios y voluntarias, y comunidades han logrado mucho más. Aunque trabaja y participa activamente a la respuesta contra el dengue, el representante de la Secretaría de Salud se asocia con las familias beneficiarias diciendo, “He sido beneficiario como digo a los compañeros de la Cruz Roja porque ellos vinieron a trabajar en nuestra zona ya que me encontraba sólo en la unidad técnica. No tenía la capacidad para manejar todas las diez colonias que maneja el Centro de Salud. Así aún con ellos tuvimos bastante contratiempos por cuestiones de transporte y el tiempo pero he sido bendecido por parte de Dios y por parte de la Cruz Roja con esta ayuda”.

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